El partido del domingo se resume en que los jugadores del Real Oviedo pusieron sobre el campo lo que todos y cada uno de los aficionados azules les piden que hagan cada partido, partirse el pecho por este club, ya que detrás de cada pecho de un jugador oviedista se esconden miles de corazones azules que con más o menos fuerza empujan para que el equipo consiga la victoria. Quizá en O Vao no fue el día que más aficionados se desplazaron para acompañar al conjunto carbayón, pero desde la distancia todos estábamos para empujar a las redes los goles de Cervero.
En cuanto al partido, era uno de los más complicados de la temporada, un campo de dimensiones más reducidas de lo normal, con unas condiciones meteorológicas y en un estado de terreno de juego no demasiado buenas (aunque se esperaba peor).El equipo salió muy enchufado y muy convencido que sobre el campo quizá no había que poner un fútbol bonito y exquisito como el del Barsa, pero si había que poner 2 “cojones” como los del toro de Osborne. Y con esas premisas salieron los 11 valientes gladiadores azules al terreno de juego y con ello consiguieron dominar el partido casi de principio a fin (quitando unos minutos de nervios tras el gol local). Quizá también ayudó lo que otros podían tachar como desfavorable (el terreno y las condiciones), me explico:
En un terreno más pequeño los espacios libres son menores y quizá algunos errores que vienen cometiendo nuestros jugadores en otros partidos,en este partido no se dieron por eso.Se vió a Aitor Sanz y Cerrajería muy compenetrados en el centro del campo, robando muchos balones y jugando muy bien y rápido tras las recuperaciones. También se vio a Casares (que no creo que hasta el domingo hubiera actuado demasiado bien en la mediapunta), Cervero y demás gente de la línea de presión muy compenetraos en el momento y lugar de iniciar la presión y pudo también ser fruto del terreno reducido. Se vio la mejor versión de Iker Alegre, que en su mejor partido de la temporada fue sustituido en primer lugar, cuando quizá el elegido tendría que haber sido un Xavi Moré que se desfondó en la segunda parte ya que viene de un tiempo de inactividad y falta de competición, pero que no le impiden ser el mejor mientras el fuelle le dura. También en defensa ayuda jugar en un campo pequeñito, ya que el espacio a cubrir es menor y cada jugador ocupa más espacio libre estando en un “mismo lugar físico”. El que nunca falla es Don Dani Barrio, que día a día creo que se está ganando el puesto sin lugar a dudas y que además hace que su pasado sportingusita (si es que a alguien le hacía dudar de su profesionalidad en el conjunto azul) se esté olvidando. Tampoco falla ese delantero alto y torpe que parece que no hace nada pero que está donde tiene que estar en el momento que tiene que estar, si , DON DIEGO DI9S CERVERO OTERO supo meterla dos veces y ambas al primer toque, pero no sólo eso, sino que hizo un partidazo espectacular llevando por alto todos y cada uno de los balones que disputaba, y también jugando sensacionalmente de espaldas a portería. Quizá comenzó la temporada generando ciertas dudas, y quizá estuvo bien que se sentara en el banquillo en algunos momentos o minutos, pero todos y cada uno de los que en realidad creemos en él sabíamos que tarde o temprano, más temprano que tarde, el aficionado azul que tiene el privilegio de jugar con el 9 a la espalda cada fin de semana, aparecería para llevarnos a lo más alto.
Pues con esto no quiero decir que el Real Oviedo no tenga méritos por el fantástico partido disputado en el difícil campo del Coruxo, pero que todos queremos que cada semana la entrega de los futbolistas sea la misma, ya que quizás unos días la bolita entra y otros no, pero seguro que con ORGULLO, VALOR Y GARRA lleguen más días felices que días tristes.
¡HALA OVIEDO! ¡VOLVEREMOS! #GanaralMarino
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